No es una heroína
Angelina no es una heroína. Ni la mutilación la panacea. Eva, nombre ficticio, acudió al servicio de Xenómica del CHUS para que le mostrasen las posibilidades que tenía de padecer cáncer de mama, había perdido a su madre víctima de un cáncer de mama, y su hermana, que padece la misma enfermedad, fue intervenida para extirparle parte de una mama, que, según un gran especialista del Clínico, era la mejor opción, ya que la mutilación total no la libraría de que el cáncer volviese a instalarse en la cicatriz, y que un implante mamario sería un obstáculo para posteriores revisiones.La I+D que atendió a Eva -repito, el nombre es ficticio- le dibujó una especie de mapa genealógico, y después le comunicó que si fuese su abuela la que padeciese dicho cáncer tendría más posibilidades de que le tocase la maldita lotería. Pensó que si optaba por la extirpación total, algo que por cierto no le indicaron, ésta debería hacerse extensible a sus hijas, por aquello de la abuela, y eso ya eran palabras mayores.
Lo único que recibió de dicho servicio fue una llamada telefónica, después de varios meses de la visita al centro, para interesarse por su estado psicológico, por si se sentía afectada ante la remota posibilidad, del cinco por ciento, de padecer la enfermedad. Luego, un gran silencio, hasta el día de hoy.
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