Rottweiler en el Juzgado
Dice mi amigo J. (hace unos años sufrió un grave
accidente, con secuelas de por vida, causado por una infractora que se
saltó un stop y resultó indemne) que, de saber entonces que se podían
llevar animales al estrado, él se habría llevado el rottweiler a la
bancada de los humillados y ofendidos. Y en el momento cumbre: al
escuchar que se le condenaba, por el hecho de circular por una vía
pública, a compartir las culpas con la causante del siniestro, soltar
al perro... Y si tuviera suerte el "gato", si le quedara algún hueso
entero en su maltrecho cuerpo, compartir las penas.
Por suerte ese "gato" hace años que cambió de tejado.
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