El túnel del presidente
Pues díganos, Señor Rajoy, por qué en la Sanidad gallega algunos doblan
y hacen peonadas, y los de las listas esperando un contrato que nunca
llega. Es esa la justicia... O es que la salida del túnel es solo para
unos pocos… y los demás hemos de seguir esperando un Godot que no ha de
llegar jamás... Díganos, señor presidente de todos.
Todo xiana del cabo
sábado, 1 de junio de 2013
viernes, 31 de mayo de 2013
Después de lo que embolsaron con las vacunas contra una
gripe A fantasma, pueden esperar a cobrar. Se les supone un remanente. Y si
además dejan de hacer regalos: viajes, cursos... para que les receten sus
productos, entonces podrán esperar una eternidad por el pago de un país cada
vez más empobrecido.
Rescate no, gracias.
Si al final tenemos que pedir un rescate...¿para qué tanto recorte? De qué vale tanto sufrimiento si somos condenados al infierno del endeudamiento perpetuo... ¿Por qué están más interesados el resto de los países, sobre todo Alemania,que nosotros mismos en pedir un dinero que nos hará todavía más pobres.
Si al final tenemos que pedir un rescate...¿para qué tanto recorte? De qué vale tanto sufrimiento si somos condenados al infierno del endeudamiento perpetuo... ¿Por qué están más interesados el resto de los países, sobre todo Alemania,que nosotros mismos en pedir un dinero que nos hará todavía más pobres.
Narco esposas
Las mujeres de los narcos no solo son sus mayores testaferros, sino que además les defienden a muerte. Son como una manada de toros bravos que clavan los cuernos, regalo de sus maridos, en su víctima con la saña del que ve peligrar el alto nivel de vida del que vienen disfrutando. Estos narco-animales no dan nada a cambio de nada. No hacen regalos a los pobres. Y siempre esperan algo de aquel a quien han paseado en sus barcos, o rodeado del lujo de sus mansiones, en cuyas mesas posan los mejores manjares de la fructífera ría de Arousa.
Las mujeres de los narcos no solo son sus mayores testaferros, sino que además les defienden a muerte. Son como una manada de toros bravos que clavan los cuernos, regalo de sus maridos, en su víctima con la saña del que ve peligrar el alto nivel de vida del que vienen disfrutando. Estos narco-animales no dan nada a cambio de nada. No hacen regalos a los pobres. Y siempre esperan algo de aquel a quien han paseado en sus barcos, o rodeado del lujo de sus mansiones, en cuyas mesas posan los mejores manjares de la fructífera ría de Arousa.
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