viernes, 31 de mayo de 2013

Narco esposas

 Las mujeres de los narcos no solo son sus mayores testaferros, sino que además les defienden a muerte. Son como una manada de toros bravos que clavan los cuernos, regalo de sus maridos, en su víctima con la saña del que ve peligrar el alto nivel de vida del que vienen disfrutando. Estos narco-animales no dan nada a cambio de nada. No hacen regalos a los pobres. Y siempre esperan algo de aquel a quien han paseado en sus barcos, o rodeado del lujo de sus mansiones, en cuyas mesas posan los mejores manjares de la fructífera ría de Arousa.
 

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