martes, 28 de mayo de 2013

Ya no hay que levantarse, eso se repiten cada día más de seis millones de personas que, desgraciadamente, han perdido su empleo. Las fábricas, las tiendas, los pequeños y grandes locales han echado el cierre, y las listas de contratación del Sergas, aquí en mi querida Galicia, han quedado congeladas. Y el frio aprieta en un mayo que termina. M. R. S. T... son algunas de esas personas que habían estado prestando servicio en los centros de salud de la red gallega, y que ahora, gracias a la política nefasta del congelador, duermen en una lista apolillada de Pontevedra Norte, ya que, desde hace más de dos años, no han sido llamados un solo día. Está claro que los políticos no tienen alma. Y el poco sentido común que les quedaba lo han facturado con rumbo: Alemania. Un país frio y calculador ha hipnotizado al resto de Europa.

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